¿Te has quedado atascado intentando entrar al Monasterio en Dying Light The Beast? No te preocupes, es más común de lo que piensas. Esta icónica ubicación es uno de los primeros desafíos reales que enfrentas después del tutorial del laboratorio.
Después de escapar del laboratorio con la ayuda de Olivia (esa voz femenina que te guía por la radio), te encuentras en medio de un bosque. Es aquí donde realmente comienza tu aventura en Dying Light The Beast, y Olivia te pide que te encuentres con ella en el Monasterio.
El problema viene cuando llegas hasta allí y descubres que la entrada no es tan directa como esperabas. En esta guía te explico paso a paso cómo llegar al Monasterio y, lo más importante, cómo conseguir entrar cuando te des cuenta de que hay obstáculos que superar.
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Cómo llegar al Monasterio en Dying Light The Beast
El camino hacia el Monasterio desde el bosque inicial es bastante sencillo. La buena noticia es que la zona es bastante lineal, así que no te vas a perder si sigues el sendero principal.
Durante el recorrido, aprovecha para eliminar algunos zombis que aparezcan en tu camino. No solo ganarás experiencia, sino que también podrás conseguir objetos útiles como una pala y otros recursos básicos. Asegúrate de saquear todas las bolsas que encuentres, ya que suelen contener vendajes y suministros médicos que necesitarás más adelante.
El punto clave del trayecto llega cuando te encuentres con un muro de piedra que bloquea tu paso. No te preocupes, tiene solución fácil. Examina la zona izquierda del muro y encontrarás una sección sin pinchos por donde puedes saltar sin problemas. Una vez que lo superes, estarás oficialmente en el patio del Monasterio.
Cómo entrar en el Monasterio en Dying Light The Beast
Una vez en el patio del Monasterio, tu objetivo parece estar cerca, pero aquí es donde viene el verdadero desafío. Lo primero que debes hacer es explorar un poco el área y encontrar una bolsa junto a un cadáver. Esta bolsa contiene señuelos, esos petardos típicos de los juegos de Dying Light que necesitarás para distraer a los zombis.
Cuando te acerques a la entrada principal del Monasterio, verás que hay varios zombis bloqueando la puerta. Aquí es donde entran en juego los señuelos que encontraste. Lanza los señuelos lejos de la entrada para que los zombis se alejen siguiendo el ruido. Espera pacientemente a que se muevan y entonces tendrás tu oportunidad.
Una vez que los zombis se hayan alejado, corre hacia la puerta principal. Pero aquí viene la sorpresa que frustra a muchos jugadores: la puerta está completamente bloqueada y no podrás abrirla desde el exterior, sin importar cuánto lo intentes.
No te desesperes, porque esta situación tiene una solución creativa. Mira hacia la derecha de la puerta bloqueada y examina la pared del Monasterio. Verás que la pared está parcialmente destruida con piedras sueltas y salientes que sobresalen de la estructura original.
Estos salientes son tu escalera hacia el interior. Vas a necesitar usar las mecánicas de parkour para trepar por esta pared destruida. Acércate a la base de la pared y busca el primer punto de agarre. Una vez que lo tengas, comienza a trepar de saliente en saliente, usando tanto las piedras naturales como los daños en la estructura.
El parkour puede requerir varios intentos si estás empezando, así que mantén la calma y concéntrate en cada movimiento. Tu objetivo es llegar hasta la terraza del Monasterio, desde donde podrás acceder al interior a través de una abertura en la parte superior.
Una vez dentro del Monasterio, tu siguiente tarea será activar un generador. Este paso es mucho más directo: el generador es fácil de localizar dentro de la estructura, generalmente en una sala central. Simplemente acércate e interactúa con él para activarlo y continuar con la historia.
Dying Light The Beast te enseña desde el principio que cuando el camino obvio está cerrado, siempre hay una alternativa si sabes dónde buscar. El Monasterio es tu primera gran lección sobre el pensamiento creativo que necesitarás para sobrevivir en este mundo.
