El Capítulo 2 The Last of Us muestra el cordyceps como una amenaza imparable
El primer capítulo de la serie ya nos dejaba claro que el camino que conducía a los Luciérnagas sería peligroso para los protagonistas. La vida más allá de los núcleos poblacionales era extraordinariamente difícil: contrabandistas, asesinos y, sobre todo, infectados, campaban a sus anchas en un Boston devastado.
Algunas escenas retratan un paisaje posapocalíptico realmente espectacular, como cuando nos enseñan uno de los grandes edificios de la ciudad inclinado sobre otro, en un equilibrio peligrosamente inestable que provocará la caída de ambos en cualquier momento. La naturaleza, infalible, sigue su curso a través de calles y viviendas vacías que, como mucho, albergan algún cadáver o infectado esperando que los humanos busquen refugio cerca de él.

Llegar al ayuntamiento de Boston es el objetivo principal de este episodio, pero el contexto de los personajes hará pronto nos olvidemos de dicho edificio para poner nuestra mirada en el verdadero protagonista del capítulo: el cordyceps.
El cordyceps en humanos se presenta como un antagonista silencioso en The Last of Us
Joel, Ellie y Tess funcionan como guías turísticos para el espectador. Nos enseñan los paisajes nacidos tras la infección, tan hermosos como aterradores, pues el crecimiento descontrolado de la vegetación, los innmuerables escombros y el aparente silencio nos hablan, sin pronunciar palabra, de una catástrofe sin precedentes de la que solo los animales salieron airosos.
Una impactante escena sirve de retrato para enseñar de la cruda realidad de los personajes: a lo lejos, una multitud de infectados se reune en una de las calles de Boston tumbados en el suelo, moviéndose casi como animales agazapados. Tess y Joel nos harán saber (si no hemos tenido ocasión de jugar al título de Naughty Dog), que los hongos del cordyceps funcionan como una mente colmena y que pisarlos supondría activar una alarma a decenas de metros de distancia.

Una vez entendida la razón por la que los infectados estaban pegados al suelo nos percatamos del peligro real, que va más allá de la clásica infección mordisco a mordisco, y nos presenta un monstruoso parásito que deja poco margen para huir, por lo que nuestros protagonistas deben avanzar en silencio y extremando las precauciones. El encontronazo con los chasqueadores (que usan exactamente los mismos sonidos del videojuego), demuestra la violencia y la rapidez con la que pueden atacar a una persona.
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Sin embargo, el drama no tardará llamar a la puerta. Al llegar al capitolio descubren que los Luciérnagas han muerto, lo cual les obligaría a buscar otro campamento. Por desgracia, ocurre lo peor: pisan uno de los hongos, provocando que convoque a todos los infectados que aguardaban tumbados. En ese momento, Tess desvela que fue infectada. En una despedida marcada por la intensidad de sus miradas, Tess le pide a Joel que busque la esperanza momentos antes de inmolarse con los infectados ya dentro del edificio.
The Last of Us en HBO: el episodio 2 introduce nuevos elementos que complementan el videojuego
En primer lugar, el epidosio 2 arranca con escenas inéditas de los orígenes de la infección siguiendo los pasos del primer capítulo. Este recurso a modo de flashback sirve para conocer con un poco más de profundidad la escalada del virus antes de su expansión mundial, y tiene como protagonista a la profesora de la Universidad de Indonesia y experta en micología (la ciencia que trata de los hongos), Ibu Ratna.

La profesora es trasladada por militares, preocupada de que se le acuse por haber cometido un delito. Sin embargo, lo que estaban a punto de enseñarle era, sin lugar a dudas, el peor escenario posible. Así se lo explica al militar tras examinar, con pasmo y terror, a una de las primeras víctimas del cordyceps en Indonesia.
En la escena en la que la examina a la víctima, vemos un detalle al que se ha dado protagonismo en otras ocasiones y que no tiene presencia en el juego: los zarcillos que salen de la boca de los infectados. Es un recurso tan efectivo como desagradable que muestra la «voluntad» innata del parásito de encontrar nuevos huéspedes. Su repulsiva presencia también la veremos junto a la muerte de Tess, quien recibe una infección no violenta por parte de uno de los infectados que, en lugar de morderla, la «besa» introduciéndole el zarcillo por la boca momentos antes de hiciera explotar el capitolio.

Un detalle que cabría mencionar es el guiño que tiene la serie con el videojuego. Cuando llegan a la sala inundada en la que Joel empieza a caminar con el agua cubriéndole las rodillas, Elli comenta que no sabe nadar. El contrabandista le muestra, en clave irónica, que el agua no llegaba a cubrirla por completo, lo cual es una clara referencia al juego, donde estábamos obligados a buscar una alternativa para Ellie si queríamos seguir avanzando.
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Conclusión
Un capítulo realmente interesante que alterna momentos de contexto (algunos inéditos para cinéfilos y gamers) con momentos de acción y escenas dramáticas que nos avisan de que serán la tónica de esta temporada, pues la serie, de la mismo modo que el videojuego, nos presenta desde el principio y sin tapujos un mundo desolado donde la muerte es el pan de cada día para los personajes.
EL CORDYCEPS EN HUMANOS ES ATERRADOR
Como valoración personal, diré que el ritmo del capítulo y el drama de los personajes, siendo acertados, no me han cautivado tanto como la omnipresencia del monstruoso cordyceps, el cual ha sido presentado a través de diferentes recursos como una amenaza que los espectadores podemos sentir como auténtica.
El peligro de un parásito convertido en mente colmena está muy bien representado en escenas como la del examen de Ratna y la de la panorámica mostrando decenas de infectados aglomerados en el suelo. Los más fans del subgénero de zombies e infecciones deberían estar satisfechos.
The Last of Us tiene nuevo episodio cada lunes en HBO.