Si estás aquí es porque te preguntas si vale la pena Outbreak Zero, y la respuesta llega rápido tras las primeras horas de juego. Lo nuevo de este survival horror indie apunta buenas intenciones, pero desde el inicio deja claro que la ejecución está muy por debajo de lo esperado, incluso teniendo en cuenta que es un proyecto desarrollado por una sola persona.
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Primeras sensaciones al empezar Outbreak Zero

Nada más arrancar Outbreak Zero, el juego intenta apoyarse en cinemáticas para presentar su historia y su mundo. El problema es que estas escenas están mal realizadas, con animaciones pobres y una sincronización que falla constantemente. Las voces y los movimientos no encajan bien, lo que rompe cualquier intento de inmersión desde el primer minuto.
En lugar de generar tensión o curiosidad, el inicio provoca justo lo contrario. La sensación es de estar ante un proyecto muy verde, algo que se nota demasiado pronto para un juego que ya está a la venta.
Cinemáticas de Outbreak Zero son poco trabajadas y sin impacto

Las cinemáticas de Outbreak Zero no solo son flojas a nivel técnico, también lo son a nivel narrativo. No aportan peso a la historia ni ayudan a conectar con lo que está pasando. Todo se siente básico, apresurado y sin el cuidado mínimo que se espera incluso en un título independiente.
Esto es especialmente grave en un survival horror, donde la ambientación y la narrativa son claves para que el jugador se implique.
Movimientos cutres y una jugabilidad muy limitada
Si hay un punto donde Outbreak Zero falla de forma clara es en la jugabilidad. Los movimientos del personaje son realmente cutres, rígidos y poco naturales. Caminar, girar o enfrentarse a los enemigos se siente tosco y poco preciso, lo que hace que jugar resulte incómodo más que desafiante.
No es solo una cuestión de falta de presupuesto. Es una jugabilidad mal ajustada, sin sensación de control ni respuesta clara, algo que afecta directamente a la experiencia y que no se puede ignorar aunque sea el trabajo de una sola persona.
Un survival horror que parece inacabado
A medida que avanzas, la sensación no mejora. Outbreak Zero es jugable, sí, pero parece un juego en una fase muy temprana de desarrollo. Falta pulido, falta ritmo y falta una base sólida que sostenga la experiencia.
La historia es genérica y no consigue destacar en ningún momento. Cumple lo justo para justificar lo que haces, pero no engancha ni aporta nada nuevo al género.
Precio de Outbreak Zero en Steam y contenido real

Actualmente, Outbreak Zero cuesta 9,75€ en Steam, aunque ahora mismo está rebajado a 7,80€. No es un precio alto en términos absolutos, pero es demasiado caro para lo que ofrece en su estado actual.
Además, conviene saberlo antes de comprarlo. El juego está únicamente en inglés, no cuenta con textos ni voces en español, algo que puede echar para atrás a parte del público.
Outbreak Zero se puede completar en unas 3 horas, y tras llegar al final no tiene contenido ni decisiones que inviten a rejugarlo.
Entonces, ¿Outbreak Zero vale la pena ahora mismo?
Siendo justos y claros, no vale la pena Outbreak Zero en su estado actual. Se nota que es un proyecto indie hecho con ganas, pero eso no compensa una jugabilidad pobre, unas cinemáticas mal trabajadas y una sensación constante de producto inacabado.
Puede tener interés como curiosidad o para quien quiera apoyar desarrollos independientes muy pequeños, pero como survival horror no cumple y no justifica su precio, ni siquiera con descuento.
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Quizá con más tiempo, parches y mejoras, Outbreak Zero pueda convertirse en algo mejor. Hoy por hoy, la recomendación es esperar y no lanzarse a comprarlo esperando una experiencia sólida.
Hemos jugado a Outbreak Zero gracias a una clave proporcionada por Keymailer.
El juego está disponible en Steam y en Epic Games.
