Análisis de Dead Rising Deluxe Remaster
Si hay algo que Capcom sabe hacer, es sacar lo mejor de sus franquicias y remasterizar juegos que marcaron una época. Y en este caso, Dead Rising Deluxe Remaster llega para recordarnos por qué nos encantaba acabar con hordas de zombis de la forma más absurda y divertida posible. Vamos al lío: este remaster no solo revive la historia de Frank West en el infame centro comercial de Willamette, sino que lo hace con mejoras visuales y jugables que no se pueden ignorar.
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La locura sigue intacta
Dead Rising siempre ha sido un juego que no se toma en serio a sí mismo, y esa es su mayor virtud. En este remaster, Capcom ha conseguido mantener intacta la esencia que hizo del original un título único: una combinación de humor macabro, acción desenfrenada y un toque de crítica social. Si eres de los que nunca probó el original, prepárate para enfrentarte a zombis mientras vistes disfraces ridículos y usas cualquier cosa como arma, desde un oso de peluche hasta una motosierra.
Mejoras visuales que se notan
Aunque no estemos hablando de un juego que vaya a competir con los títulos más punteros en cuanto a gráficos, Dead Rising Deluxe Remaster introduce mejoras visuales que se agradecen. Los modelados de los personajes han sido retocados y, en especial, los rostros lucen mucho más detallados. Esto mejora notablemente las escenas cinemáticas, donde Frank West deja de parecer un muñeco de plastilina y adquiere algo más de vida (aunque sigue siendo tan sarcástico como siempre).
Además, las texturas y la iluminación en general han recibido un buen lavado de cara, lo que hace que el apocalipsis zombi luzca un poco más realista, si eso es posible.
La jugabilidad sigue siendo clave
Este es el punto fuerte del remaster. Dead Rising siempre ha sido un juego de mecánicas sencillas pero extremadamente adictivas. La idea de usar prácticamente cualquier objeto a tu alcance para masacrar zombis sigue siendo tan divertida como lo era en 2006. Y ahora, con algunos ajustes jugables, la experiencia es mucho más fluida.
Una de las mejoras más notables es la posibilidad de moverte mientras apuntas. Parece algo básico hoy en día, pero para quienes recordamos la rigidez del control original, este cambio es un verdadero alivio. También se han mejorado los controles y las animaciones, lo que hace que los combates y la exploración del centro comercial sean más llevaderos. Eso sí, algunas animaciones y la IA de ciertos enemigos humanos siguen notándose un poco anticuadas.
Libertad total: haz lo que quieras (literalmente)
Dead Rising siempre ha sido un juego que da rienda suelta a la imaginación del jugador. ¿Te apetece dedicarte a rescatar supervivientes? Adelante. ¿Prefieres pasar de ellos y simplemente disfrutar masacrando zombis de mil maneras diferentes? También puedes hacerlo. Esta libertad de acción es una de las razones por las que el juego sigue siendo tan entretenido, incluso después de tantos años.
La incorporación de mejoras de calidad de vida, como el autoguardado, hace que la experiencia sea mucho más agradable, especialmente para aquellos que no tienen tanto tiempo para invertir en largas sesiones de juego. Esto elimina gran parte de la frustración del original, donde perder varios minutos de progreso por no haber guardado en el momento adecuado era algo habitual.
¿Merece la pena jugar a Dead Rising Deluxe Remaster?
Si nunca has jugado a Dead Rising, esta es sin duda la mejor manera de experimentarlo por primera vez. Las mejoras gráficas y jugables lo convierten en una experiencia mucho más moderna sin sacrificar la esencia del original. Para los veteranos, el factor nostalgia juega un papel importante. Si disfrutaste en su día del caos y la locura que ofrecía el juego, volver al centro comercial de Willamette será como una visita a la infancia… pero con más zombis.
Eso sí, no todo es perfecto. Las batallas contra humanos siguen siendo uno de los puntos más flojos del juego. La IA no ha mejorado demasiado, y en algunos enfrentamientos te sentirás más frustrado que desafiado. A pesar de ello, el resto del juego brilla con luz propia, y los momentos de pura diversión que ofrece compensan esos pequeños fallos.
Conclusión: un remaster que cumple con creces
En resumen, Dead Rising Deluxe Remaster es una puesta a punto sólida de un clásico que no ha perdido ni un gramo de su locura original. Las mejoras visuales, los ajustes jugables y el contenido adicional (como los trajes con referencias a otras sagas de Capcom) hacen de esta una remasterización que vale la pena jugar, tanto si eres fan de la saga como si te enfrentas por primera vez a este caos zombi.
Así que, si te apetece pasar un buen rato reventando zombis, sacando fotos ridículas y probándote disfraces absurdos, Dead Rising Deluxe Remaster es el juego perfecto para ti.
Pros:
- Mejoras gráficas: Modelados y texturas más detalladas, con una iluminación mejorada.
- Jugabilidad fluida: Ajustes en los controles que hacen la experiencia más cómoda, como poder moverse mientras se apunta.
- Diversión sin límites: Libertad total para usar cualquier objeto como arma y jugar a tu manera.
- Autoguardado: Una mejora de calidad de vida que elimina la frustración de perder progreso.
- Contenido adicional: Trajes y referencias a otras sagas de Capcom, añadiendo un toque extra de diversión.
Contras:
- Batallas contra humanos: La IA sigue siendo floja y las peleas contra enemigos humanos pueden sentirse anticuadas.
- Animaciones y mecánicas obsoletas: Algunas animaciones, especialmente en el manejo de vehículos, se sienten un poco rígidas y anticuadas.
“Entre hordas de zombis y risas macabras, en el caos de Willamette, siempre hay un resquicio de cordura… o quizás solo más locura.”
Hemos jugado a Dead Rising Deluxe Remaster en su versión de PC proporcionada por PLAION.
