Al final del camino, te quedará una última batalla que librar. Te mostraremos cómo derrotar al jefe final de Elden Ring. Buena suerte.
Tras horas y horas explorando las Tierras Intermedias, derrotando enemigo tras enemigo que se cruzó en tu camino y volviéndote cada vez más fuerte y experimentado, la aventura está muy cercana a su fin. Pero aún no puedes cantar victoria, pues tienes ante ti una última pelea. El jefe final de Elden Ring te espera tras la neblina, y no tiene ninguna intención de ponerte las cosas fáciles.
Si recuerdas la cinemática inicial del juego, probablemente sepas ya su identidad: Radagon de la Orden Dorada, la otra mitad de la diosa Marika. Su gran martillo buscará aplastar todos tus sueños y esperanzas, en la negrura de la arena donde se librará la batalla. Las dudas te acecharán, pero en este punto ya nada ni nadie te podrá parar.
Es tiempo de pelear y alcanzar uno de los seis finales del juego. Si quieres descubrirlo, te invitamos a que sigas leyendo, pues procuraremos ser la luz que guíe tu camino por el conclusivo tramo que habrás de recorrer ahora. Te daremos consejos para el jefe final y poder acabar la gesta de pasarte Elden Ring.
Antes de cruzar la neblina…
¿Qué deberías hacer para prepararte para la batalla? El nivel seguramente lo tienes en este punto, pero no es todo lo que tendrás que tener en cuenta. Coge papel y boli, y apunta:
- Lleva equipada una Gran Runa, pues habilidades como la de Godrick o la de Morgott pueden valerte de mucho. Si vas a por todas con una build muy ofensiva, la de Malenia es también una opción viable.
- Prioriza defenderte bien de ataques Divinos. Armaduras como la de Lionel, Lusat o la Reina de la Luna Llena, así como talismanes como el de Haligdrake o Pearldrake.
- Radagon es inmune a la mayoría de efectos de estado. Aun así, es algo débil contra el fuego, así que aprovéchalo.
- Para usuarios de magia y hechicería, encantamientos como Fortificación Divina o hechizos como Llama Negra (en consonancia con el consejo anterior) vendrán estupendamente.
- Si estás acompañado por un espíritu de invocación completamente mejorado, la batalla será más manejable. Especialmente en el caso de la Lágrima Mimética o Tiche.
- Y por supuesto, no cruces la neblina si por alguna razón aún no has llegado al nivel 120. Es improbable, pero si te has saltado mucho contenido en tu aventura…
Radagon de la Orden Dorada, la batalla final
Ahora sí, ha llegado el gran momento. Con tu preparación previa y toda la experiencia que has adquirido en tu travesía, cruza la neblina. Al otro lado, estará tu último escollo antes de acabar. Una cinemática se encargará de presentarte a Radagon y su imponente presencia. La batalla final dará comienzo.
Siendo de la Orden Dorada, su arsenal de ataques están llenos de rayos y luz dorada. Se ven espectaculares, pero no te quedes apreciando su belleza, pues vienen cargados de daño. Y no solo por los ataques en sí, sino porque estas zonas de gran brillo pueden ser detonados manualmente por Radagon, siendo un gran peligro para tus PV.
Además, tiene una gran variedad de movimientos, incluyendo ataques en área, agarres, dagas arrojadizas y, por supuesto, todo lo que es capaz de hacer con su icónico martillo. Combina con gran armonía sus arremetidas físicas con sus encantamientos de magia divina, que sumado a su capacidad de recolocarse alrededor de la arena con velocidad pasmosa, no dejará que te confíes ni un segundo.
Estas teleportaciones que hará ocasionalmente siempre acaban en un estallido de luz a la hora de reaparecer. Rueda hacia atrás y vigila lo que haga después, lo cual podrás hacer centrándote en sus manos. Asimismo, cuando vaya a por el agarre, mantenle el pulso rodeándolo por su derecha. No ruedes hasta que él se mueva, así te será más fácil de esquivarlo.
Y no nos podemos olvidar de su ataque más característico, donde golpeará tres veces su martillo contra el suelo. Cada una hará viajar unas corrientes doradas por el suelo hacia ti, dejando un brillante área a su paso. Son sorprendentemente fáciles de esquivar, a pesar de su apariencia. Ten cuidado, eso sí, tras el tercer golpe, ya que aparecerán los famosos anillos de Elden Ring alrededor de Radagon. No los pises, a no ser que quieras recibir un gran daño.
Aunque sea una batalla aparentemente complicada, todo es cuestión de mantener la calma y rodar en los momentos precisos, tal como has podido comprobar en las líneas anteriores. Si te mueves bien, terminarás viendo los espacios que dejará tu gran adversario y podrás contraatacar. Aprovecha bien esos instantes, pues Radagon es propenso a ser aturdido, volviéndose vulnerable a tus arremetidas.
Cuando caiga el jefe con toda su vida reducida a cero, será momento de respirar hondo y celebrar… O al menos eso es lo que pensabas.
Bestia del Círculo, el verdadero jefe final de Elden Ring
Cuando pensabas que ya te podías relajar, aparecerá una gigantesca criatura alada a la que tendrás que enfrentarte: la Bestia del Círculo. Así que si tus manos ya habían soltado el mando, será mejor que lo vuelvas a agarrar. Te espera la verdadera batalla final de Elden Ring.
La parte positiva es que la misma preparación que necesitas ante Radagon te valdrá también contra la Bestia del Círculo, ya que sus ataques también estarán cargados de daño divino y será inmune a básicamente cualquier estado. Aunque a diferencia del anterior jefe, el fuego ya no será tan efectivo y su barra de vida será considerablemente más grande. Sin olvidar el pequeño detalle de que esta especie de dragón con aliento de fuego cuenta con una espada… Y sí, sabe usarla.
Vale, vale, no entres en pánico. Tan solo te tienes que cargar a un dios. Te has enfrentado a numerosos enemigos en tu aventura (algunos incluso más difíciles, como Malenia) y créenos cuando decimos que todo ese tiempo te será valioso para derrotar a la Bestia del Círculo. Si aplacas tus nervios, tal como hiciste antes, no te quepa ninguna duda de que lo conseguirás.
Lo primero que querrás hacer es correr para alejarte de él. Si haces eso, probablemente termines chamuscado y con buena parte de tu vida reducida. Te recomendamos que hagas lo contrario: corre hacia él, y busca situarte detrás de él. Sus ataques más devastadores los hará la distancia, así que mientras más cerca de él puedas estar, mejor para ti.
De hecho, si haces esto podrás notar que tiene una gran herida naranja en su pecho. Resulta que es su punto débil, donde recibirá más daño que en cualquier otra parte de su cuerpo. Y si en algún momento consigues romper su postura, acércate a este punto débil para clavarle tu arma y causarle un buen daño.
Todo esto sería más fácil si la Bestia del Círculo no pudiese alejarse nadando, para situarse en la distancia y ser mucho más peligrosa. Ciertamente, los ataques que puede realizar desde lejos serán los que te causen más problemas. Pero todos y cada uno de ellos los podrás esquivar, siempre que sepas cómo.
Uno de ellos serán, una vez más, los anillos de Elden, que invocará desde las alturas. Al principio de la batalla, será uno solo, pero al superar la barrera del 50% de vida, serán tres. En ambos casos, lo que tendrás que hacer es darle la espalda al jefe, saltar los anillos y alejarte para evitar la explosión posterior.
Otro ataque desafiante son unas estrellas, aparentemente inofensivas, que no te causarán mucho daño… por cada una de ellas. Juntas, son capaces de acabar contigo, y te perseguirán por un tiempo. Así que lo mejor será desactivar el objetivo del jefe y centrarte en correr en la dirección contraria a las estrellas. Sospecha que vienen cuando veas al jefe tomar vuelo.
Finalmente, están los cortes de espada, que lanzará a toda velocidad ondas de luz hacia ti. Son un total de cuatro, y cuando decimos que son rápidas, no lo decimos en balde. Presta mucha atención cuando veas que la Bestia del Círculo levanta su espada, y prepárate para rodar justo cuando haya hecho el corte, no antes. El timing es muy preciso, pero terminarás esquivando de forma natural.
Con toda esta información puesta en práctica y la suficiente perseverancia, la Bestia del Círculo terminará cayendo. No hay más sorpresas tras esto: puedes empezar a celebrar.
Recompensas
Ahora sí, puedes respirar tranquilo y enorgullecerte por la gesta que has conseguido. No uno, sino dos jefes, uno detrás del otro, han caído a tus pies. Y como recompensa, obtendrás la tremenda suma de 500.000 runas y el Recuerdo de Elden, que podrás intercambiar por el Martillo de Marika o la Espada de reliquia sagrada.
Todo eso está fenomenal, pero la verdadera recompensa es sencillamente el hecho de que te has pasado Elden Ring, habiendo superado todos los desafíos que te ha puesto en el camino. Podrás ver uno de los finales y los créditos finales, lo cual te has ganado a pulso. ¡Enhorabuena!
Ya te has cargado al jefe final de Elden Ring, así que es tiempo de relajar los músculos tras todos los nervios que seguramente habrás pasado para conseguirlo.
Como siempre, te invitamos a que sigas leyendo nuestros artículos. ¡Tus aventuras en el mundo de los videojuegos no tienen que terminar aquí!
- Viaja por las estrellas en el tren espacial de Honkai: Star Rail.
- Vence en el Battle Royale de Vampire The Masquerade: Bloodhunt.
- Ponte las nuevas skins de Street Fighter en Fortnite.
Todo esto y más. Aquí, en Evelon Games.