Omega Planetes se ha convertido en uno de los desafíos más exigentes que los cazadores pueden enfrentar en Monster Hunter Wilds. Este monstruo no forma parte de la fauna nativa del universo Monster Hunter, sino que llega como una colaboración especial con Final Fantasy 14, similar a lo que ocurrió con el Behemoth en Monster Hunter World.
La diferencia fundamental es que Omega Planetes está diseñado mecánicamente como un jefe de raid de MMO, lo que significa que su balance está pensado para el juego multijugador. Sin embargo, derrotarlo en solitario es posible si dominas sus patrones de ataque y conoces sus puntos débiles. Con cuatro fases distintas y un arsenal de ataques que no deja respiro, este encuentro requiere preparación, paciencia y una buena dosis de práctica.
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Detalles de Omega Planetes de Monster Hunter Wilds

Omega Planetes comparte una clasificación misteriosa similar a la de Gore Magala en entregas anteriores de la saga, apareciendo catalogado como «???». A nivel de estructura, utiliza el mismo esqueleto que los Temnocerans, lo que le otorga movimientos parecidos a criaturas como Lala Barina o Nerscylla. Pero ahí terminan las similitudes, porque Omega es una fuerza de otro mundo que no responde a las leyes naturales del ecosistema.
Su cuerpo está protegido por un exoesqueleto resistente con patas y abdomen fuertemente acorazados. Los puntos vulnerables se concentran en la cabeza y los laterales (estribor y babor), que deberían ser tus objetivos prioritarios siempre que puedas acceder a ellos. En cuanto a elementos, Omega combina ataques de fuego y rayo, aunque la mayor parte de su arsenal se basa en golpes físicos directos y áreas de efecto devastadoras.
La cosa se complica aún más en la tercera fase, cuando Omega invoca a una Nerscylla junto con Morbols y Cactuar, todos capaces de infligir efectos de estado adicionales que pueden complicarte la vida. Este jefe está diseñado para gestionar a varios cazadores atacándolo simultáneamente, combinando fuerza bruta con ataques estratégicos que castigan los errores.
Al igual que su homólogo de FF14, Omega Planetes es un adversario formidable que exige respeto y preparación minuciosa.
Debilidades de Omega Planetes de Monster Hunter Wilds

Conocer las debilidades elementales de Omega Planetes marca la diferencia entre una cacería exitosa y un fracaso estrepitoso. Este monstruo solo es vulnerable a dos elementos: Dragón y Rayo. De ambos, el Rayo es el más efectivo, especialmente si lo combinas con Elemento Crítico para maximizar el daño.
Como si fuera un Dragón Anciano, Omega es inmune a las Vainas de Destello, Trampas de Choque y Trampas de Hoyo. Durante el combate, el Manto Ghillie tampoco resulta útil, así que olvídate de estrategias furtivas. Por eso es fundamental que lleves un Farcaster contigo: te salvará la vida en momentos críticos.
En cuanto a las zonas débiles del cuerpo, tus blancos principales son las patas, la cabeza y la espalda. Eso sí, no podrás atacar la espalda hasta la cuarta fase, así que hasta entonces concentra tus esfuerzos en la cabeza y las extremidades. Un detalle importante: romper la cabeza de Omega te otorga un escudo temporal que te protege de sus ataques proyectiles, lo cual puede marcar la diferencia en las fases finales.
Debilidades elementales:
- Rayo (más efectivo)
- Dragón
Debilidades de estado:
- Parálisis
- Explosión
- Aturdimiento
Objetos imprescindibles para llevar:
- Pictomancia (Motivo Pom)
- Megapociones
- Poción Antigua
- Anulayas
- Bebida Energética
- Farcaster
- Piel de Armadura
- Polvo Demoníaco
La preparación adecuada con estos elementos y conocer a fondo estas debilidades te permitirá plantarle cara a Omega Planetes con garantías de éxito, aunque el combate siga siendo un desafío considerable que requiere concentración absoluta en cada una de sus cuatro fases.
Cómo derrotar a Omega Planetes fácilmente en Monster Hunter Wilds

Aunque Omega Planetes pueda parecer un enemigo imposible de vencer, la realidad es que siguiendo las estrategias adecuadas y entendiendo sus patrones de ataque, el combate se vuelve mucho más manejable. La clave está en adaptarte a cada fase y mantener la calma cuando las cosas se pongan intensas. A continuación, te explicamos cómo afrontar cada una de las cuatro fases de este jefe para que puedas derrotarlo sin volverte loco en el intento.
Primera fase contra Omega Planetes
La primera fase funciona como un calentamiento, aunque no debes confiarte. Aquí Omega Planetes te mostrará sus ataques básicos, incluyendo los temidos Láseres Atómicos y el AoE de Fuego que puede pillarte desprevenido si no mantienes la distancia adecuada. Aprovecha esta fase para familiarizarte con sus movimientos y memorizar los tiempos de cada ataque.
Tu prioridad debe ser mantenerte cerca de la cabeza del monstruo siempre que sea posible, atacando sus puntos débiles mientras esquivas. Omega también ejecutará el ataque de «puñetazos cohete» en esta fase, pero si usas un arma con capacidad de bloqueo, podrás anular gran parte del daño. No olvides intercalar la Pictomancia entre tus combos habituales: este consejo vale para todas las fases y marcará una diferencia notable en tu output de daño.
Segunda fase y el modo Pantokrator
La segunda fase mantiene la estructura de la primera, pero añade un elemento nuevo que cambia las reglas del juego: el Modo Pantokrator. Cuando Omega entra en este estado, básicamente se enfurece y desbloquea ataques adicionales como las Bombas Mostaza y una versión reducida del Rayo Delta.
Aquí tu objetivo principal es infligir el máximo daño posible a las patas de Omega. La habilidad Desollador resulta increíblemente útil en esta fase, al igual que los hechizos de Pictomancia para acumular daño constante. La mejor posición es pegarte a los laterales del monstruo, donde la mayoría de sus ataques no te alcanzarán.
Esta fase puede alargarse bastante, pero existe un atajo: si consigues destruir al menos tres heridas en las patas de Omega (y tiene que ser heridas que hayas creado tú atacando), desactivarás el Modo Pantokrator y acelerarás la transición a la siguiente fase. Es un trabajo duro, pero vale la pena el esfuerzo.
Tercera fase y el Rayo Delta

La tercera fase traslada el combate a las zonas inferiores de los Acantilados de Hielo, un área repleta de salientes rotos que puedes aprovechar para infligir daño extra. Aquí Omega Planetes alcanza su punto más peligroso, pero también su mayor vulnerabilidad si sabes cómo jugar tus cartas.
El mecanismo principal de esta fase gira en torno al Rayo Delta. Después de derribar a Omega al menos una vez o causar suficiente daño a su caparazón, el monstruo comenzará a cargar este ataque devastador. Mientras carga, invocará un clon de Nerscylla que debes eliminar urgentemente.
La mecánica es simple pero crucial: mata a la Nerscylla antes de que Omega termine de cargar el Rayo Delta. Si lo consigues, la Nerscylla soltará un Megaescudo que protegerá a todo tu equipo del ataque. Si fallas, el Rayo Delta golpeará a múltiples cazadores simultáneamente, provocando un fallo instantáneo de la misión.
Por suerte, este clon de Nerscylla tiene muy poca vida y cae rápidamente con unos cuantos combos elementales. También puedes usar la montura para escapar del Rayo Delta en caso de emergencia, aunque eliminar a la Nerscylla es la opción más fiable y beneficiosa para el equipo.
Cuarta fase final de Omega Planetes
La fase final eleva la tensión al máximo. Aunque es similar a la tercera fase y Omega ya no invoca a Nerscylla, incorpora un ataque nuevo que puede pillarte completamente desprevenido: la ráfaga de Misiles MRV.
Omega lanza una andanada de cinco Misiles MRV, uno tras otro en rápida sucesión. Si pensabas que esquivar el Rayo Delta era complicado, prepárate para este infierno. Estos misiles castigan duramente el pánico y los rollos instintivos, similar al combo de látigo de cola de Malzeno que atrapa a los cazadores en medio de sus animaciones.
Tu primer instinto será rodar para esquivar o hacer una «zambullida de superman», pero los fotogramas de recuperación de esa animación te dejarán expuesto justo cuando llegue el siguiente misil de la ráfaga. La estrategia correcta consiste en anticipar el ataque (vigila la notificación de «Misiles MRV» en la parte derecha de la pantalla), alejarte corriendo de Omega y esquivar solo una vez en el momento preciso para evitar el daño.
Aparte de la ráfaga de misiles, esta fase replica los patrones de las anteriores. La buena noticia es que Omega tiene considerablemente menos vida en esta fase final, así que si mantienes la supervivencia como prioridad y no te dejas llevar por la impaciencia, conseguirás tumbarlo.
¿Es difícil derrotar a Omega Planetes en Monster Hunter Wilds?

Derrotar a Omega Planetes en Monster Hunter Wilds representa uno de los mayores desafíos que encontrarás en el juego, pero también una de las experiencias más satisfactorias cuando finalmente lo consigues. Este jefe exige que domines los fundamentos del combate: conocer tus armas, gestionar tu inventario, leer los patrones de ataque y mantener la cabeza fría bajo presión.
Recuerda que aunque está balanceado para multijugador, es totalmente posible derrotarlo en solitario si aplicas las estrategias correctas. Practica sus movimientos en las primeras fases, mantén siempre el Farcaster a mano para emergencias y no subestimes el poder de la Pictomancia y los elementos correctos. Con paciencia, preparación y algo de práctica, Omega Planetes pasará de ser un muro insuperable a convertirse en otra cacería exitosa en tu historial.