La beta de acceso anticipado de Call of Duty: Black Ops 7 lleva apenas unas horas disponible y las partidas ya están plagadas de aimbots. Una situación que ha pillado por sorpresa a muchos, especialmente después de que Activision presumiera hace pocos días de estar desarrollando el sistema anti-cheat más avanzado y robusto de la industria del videojuego.
Black Ops 7 estrena Secure Boot y TPM 2.0 pero no es suficiente

Call of Duty: Black Ops 7 es la primera entrega de la franquicia que implementa Secure Boot y Trusted Platform Module 2.0 (TPM) como requisito obligatorio. Activision confirmó a finales de septiembre que seguiría los pasos de otros estudios y exigiría a los jugadores tener ambos sistemas activados tanto para la beta como para el lanzamiento final del juego.
La medida llegó pocas semanas después de que EA anunciara requisitos similares para la beta abierta de Battlefield 6. Aunque estos sistemas de seguridad generan controversia entre la comunidad algunos los consideran intrusivos y conflictivos con mods de un jugador, otros defienden que mejoran la seguridad en juegos online.
Estos sistemas ya se habían implementado de forma opcional en la Temporada 5 de Black Ops 6, pero ahora son completamente obligatorios para acceder a la beta de Black Ops 7.
Después de las primeras horas de la beta multijugador de Black Ops 7, te traigo mis primeras impresiones de la próxima entrega de Treyarch.
Hackers con wallhack y aimbot desde el primer momento
A pesar de las capas adicionales de seguridad, las redes sociales se han llenado de vídeos mostrando wallhack y aimbots en acción. Los jugadores no han tardado en criticar duramente el sistema Ricochet Anti-Cheat por no cumplir su función desde el minuto uno.
En varios clips que circulan por X se puede ver a usuarios utilizando wallhack para ver a los enemigos a través de las paredes, además de aimbot que apunta automáticamente a las cabezas rivales. Vamos, que hay gente que ya está arruinando partidas.
Lo más sorprendente es que esto ocurre solo días después de que Activision publicara un comunicado detallando de sus mejoras anti-cheats para Black Ops 7. En ese texto, la compañía aseguraba estar construyendo «las protecciones más avanzadas y robustas del gaming», que debutarían precisamente con esta beta del 2 de octubre.
El sistema de aprendizaje automático no funciona como esperaban

Activision explicó en su blog que había entrenado sistemas avanzados de aprendizaje automático con millones de horas de gameplay, prometiendo que las nuevas actualizaciones serían «más inteligentes, rápidas y fiables que nunca». La realidad, sin embargo, dista bastante de esas palabras.
Ver lobbies infestados de hackers en cuestión de horas pone en duda la efectividad real de toda esta tecnología. Y no es solo un problema aislado, múltiples usuarios reportan encuentros con hackers, lo que sugiere que el problema es más generalizado de lo que debería.
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Problemas de acceso se suman al caos de la beta
Los hackers no son el único dolor de cabeza para los jugadores en estas primeras horas. Muchos usuarios que obtuvieron códigos de acceso anticipado a través de las distintas promociones de Call of Duty siguen sin poder entrar a la beta.
A pesar de tener códigos válidos, reciben un mensaje pidiéndoles que reserven Black Ops 7 para acceder al acceso anticipado. Activision afirma que el problema ya está resuelto, pero jugadores de distintas plataformas siguen recibiendo mensajes de error indicando que no pueden acceder al contenido de la beta.
Un arranque complicado para un juego que prometía marcar la diferencia en la lucha contra los hacks. Ahora toca ver si Activision logra controlar la situación antes de que la beta se abra al público general.