La dificultad en los videojuegos vuelve a ser tema de debate en el mundo del gaming. Hace unos días, Neowiz anunció cambios importantes para Lies of P ya que están preparando el DLC Lies of P: Overture, el cual se trata de una gran expansión que ya se sabe que durará unas 30 horas, y que a parte de nuevo contenido, añade cambios y mejoras al juego original.
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Cambios en la dificultad de los videojuegos
Pues bien, uno de las novedades es que van a añadir a Lies of P, es un selector de dificultad para las personas que más les cuesta recorrer la ciudad de Krat y alrededores. Con esto, fans del género soulslike han salido a las calles digitales (redes sociales) a poner una vez más sobre la mesa o a directamente quejarse del hecho de que existan distintos niveles de dificultad. ¿Y qué tiene de malo que alguien pueda disfrutar de una obra sin tener que preocuparse, atascarse durante horas en un jefe o simplemente quiere disfrutar la exploración y narrativa de un videojuego?
En 2009, Demon’s Souls marcó un antes y un después en la industria, teniendo un sistema de combate desafiante, o puede ser que incluso restrictivo por los recursos de la época, y enemigos y jefes potentes que te mandaban a casa en instantes si no rodabas en el momento exacto.
El género ha ido evolucionando con mecánicas nuevas y con ajustes que hacían que la experiencia fuera un poco más llevadera, creando en cada juego más builds que permitían que el juego fuera más accesible. Basándonos en datos, Demon’s Souls tenía alrededor de 80 armas en su lanzamiento y Elden Ring, el último lanzamiento de Fromsoftware, tiene más de 300 armas a disposición de quien juegue.
¿A qué dificultad deberíamos de jugar en los videojuegos?
Choi Ji-won, director de Lies of P, dice que la razón para poner esas tres nuevas dificultades es hacer el juego más accesible. Y es totalmente normal. Cada día hay personas de todas las edades queriendo entrar a nuevos géneros y queriendo disfrutar de nuevas experiencias. La mayoría de videojuegos cuentan con personajes únicos, bandas sonoras espectaculares e historias con mensaje o que simplemente nos transportan a universos que nos evaden de la realidad, y si llegas a casa y quieres disfrutar de ello en primera persona, la dificultad debería ser lo último que tiene que impedirte ese disfrute.
Soy la primera persona que disfruta los juegos difíciles siempre que sean justos y esa dificultad no aumente solo por el simple hecho de aumentar la vida y el daño de los enemigos, pero creo que los gamers deberíamos evitar ese yoísmo y pensar un poco en el resto de personas que igual esa dificultad les provoca frustración. De hecho, esa accesibilidad no hace daño a nadie, al contrario, pues eso puede hacer que se creen más temas de debate, teorías sobre el lore de un videojuego (ya sabemos lo oculta que suele estar la historia en la mayoría de soulslike) y que más personas disfruten de historias diferentes.
Opciones y niveles de dificultad en los videojuegos
Hay distintas formas de que un juego te muestren los niveles de dificultad al que nos vamos a enfrentar, desde el más básico fácil, normal, difícil, muy difícil, extremo, infierno, etc; hasta la dificultad modular donde puedes seleccionar el nivel de los puzzles, del combate o de la exploración entre otras cosas. Desde luego la dificultad modular es lo más accesible para todo el mundo y podría ser la mejor opción a la hora de crear un videojuego, pero es entendible que modular eso no es tan fácil.
Mi selector de dificultad favorita siempre será cuando el equipo desarrollador te deja 100% claro la dificultad a la que ellos diseñaron el juego, por lo tanto la mejor opción a la que puedes jugar a no ser que quieras algo más rápido o más difícil. En Ori and the Will of the Wisps tienes modo fácil, modo normal y modo difícil, pero con un pequeño texto abajo. En el modo normal lo único que te dice es que ese juego fue diseñado para jugarse en este modo; ahora bien, no dejan atrás a las personas que quieran algo más desafiante o a las personas que no quieran pensar demasiado o les resulte un desafío el pasarse el videojuego.
EL DEBATE DE LA DIFICULTAD EN LOS VIDEOJUEGOS DEBERÍA TERMINAR
Mi posición es bastante clara: no hay nada malo en dejar que la gente juegue a «tu juego». Que hayan más opciones de dificultad no significa que tú vayas a dejar de jugar al mismo videojuego de siempre, con esos bosses desafiantes, pero sí que hará que puedas discutir y hablar sobre los eventos o sucesos que acabas de vivir con muchas más personas. Si el equipo desarrollador quiere crear una sola dificultad está perfecto, pero si deciden hacer una experiencia más accesible a parte de la diseñada principalmente, no decidas ser el abuelo Simpson y gritar a las nubes: el juego que conocías va a seguir siendo el mismo.
