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Cada tipo de dracónidos en The Witcher 3 y cómo derrotarlos

Ya no hay dragones, pero estos reptiles voladores no son una amenaza menor. Cada tipo de dracónidos en The Witcher 3 estará perdido si seguís esta guía

Criaturas raras y extraordinarias, encontrarse con ellos no es nada frecuente, pero son combates difíciles de olvidar. Os enseñamos como acabar con cada tipo de dracónidos en The Witcher 3.

¿Qué son los dracónidos?

Aunque parezcan dragones en apariencia, no os dejéis engañar por su aspecto, pues son una categoría menor de estos. Por desgracia, los dragones son una especie ya extinta en The Witcher 3 y no hay ni rastro de estos seres mitológicos en su universo. Su ausencia ha sido cubierta por los dracónidos, con un número significativamente menor y como encuentros aislados, pero que sin duda os pondrán en más de un aprieto.

tipo de dracónidos en The Witcher 3

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La buena noticia es que no los encontraréis demasiado a menudo. La mala es que son un desafío equivalente a la última especie de la que os hablamos anteriormente. Por suerte, la mayoría de encuentros con ellos están ligados a contratos de brujo.

Tipo de dracónidos en The Witcher 3

Basiliscos:

basilisco 1

Vamos por partes. Lo primero es que, a pesar de su nombre, no tenéis que preocuparos por convertiros en piedra, pero esa será la única ventaja que tengáis. Los basiliscos tienen la mala costumbre de no pisar el suelo hasta que se les obliga y atacaros con embestidas aéreas o, directamente, lanzarse hacia vosotros antes de aterrizar. La primera vez que os encontráis con una será muy frustrante tirarla al suelo, pero no es imposible.

Al igual que todas las criaturas voladoras, Igni funciona muy bien para obligarla a aterrizar, lo mismo ocurre con Aard (es muy satisfactorio ver como se estampan en tierra). Os atacarán sobre todo con mordiscos y algún que otro coletazo, así que mejor pilladles el truco antes de lanzaros a lo loco. Otro consejo: preparad oropéndola, la necesitaréis.

Gallotrices:

gallotrices 1

Un primer vistazo os hará pensar que esta criatura se mueve despacio, craso error. Su piel es dura, ataca sin compasión y se mueve con más rapidez de la que aparenta. ¿La buena noticia? Le cuesta darse la vuelta, por lo que atacarla por detrás suele ser la mejor estrategia. También os vendrá muy bien usar la bomba Colmena, especialmente cuando esté aturdida tras derribarla.

Para tirarla al suelo podéis seguir la misma estrategia que con la anterior, aunque en su caso funciona mucho mejor Aard. Aprovechad cuando os embista para esquivarla y usar la señal contra ella de lado o por la espalda. Con un poco de suerte, eso os dará varios segundos para atacarla.

Colihendidos:

colihendido 1

La forma de su cola os recordará bastante a un dragón, pero nuevamente es un error confundirlos. A esta clase de dracónidos les gusta usarla más que a sus congéneres, por lo que derribaros será su máxima prioridad. Para mayor complicación también son venenosos, así que una oropéndola será la mejor opción. Lo mejor es acribillarla a bombas y señales, especialmente con Igni.

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Wyvernos:

wyvern

A partir de aquí, es cuando empiezas a pillarle un poco de ojeriza a estos monstruos en The Witcher 3. Para empezar, su tamaño es ligeramente superior al de sus primos, y para terminar aparecen en cantidades mucho mayores que sus parientes. La experiencia nos ha enseñado que derribar a este cuesta un poco más, hasta el punto de usar Aard en el último segundo para obligarle a caer con todas las garantías.

Además de ser venenosos (oropéndola aquí para sobrevivir), existe una variante mayor llamada Wyverno real. Su nombre lo dice todo: más grande, más agresiva, más dura y, con total certeza, un incordio de categoría superior. Hay un encuentro en particular que os veréis obligados a refugiaros en una cueva, ya que el combate se dará en la cima de una montaña y no tendréis mucho margen de maniobra.

Eslizones:

eslizon 2

Vale, antes dijimos que los dracónidos no eran dragones como tal, pero esta especie es la más parecida que encontraréis en The Witcher 3 (y solo disponibles en el DLC Blood & Wine) por una característica en especial: tienen aliento flamígero. Sí, a todo lo que hemos contado anteriormente hay que sumar que los eslizones vomitan fuego, lo que complica notablemente el combate. Lo queráis o no, tendréis que limitaros a atacar una vez y esquivar continuamente. Si podéis usar ballesta mientras esté en el aire, mejor que mejor.

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Al igual que los wyvernos, hay una variante llamada matriarca eslizón que no vais a querer ver ni en pintura. No solo podréis encontrar nidos con varios ejemplares normales a la vez, sino que esta monstruosidad de mayor tamaño coordinara a los pequeños para atacar a la vez. Una pesadilla en el sentido estricto de la palabra.

The Witcher 3: Wild Hunt está disponible para PC, PS4, Xbox One y Nintendo Switch. Con la salida de la nueva actualización Next Gen, también podréis disfrutarlo en PS5 y Xbox Series X/S. Recordad seguirnos en nuestra página web y las redes sociales para no perderos las novedades del mundo gamer.