Cómo derrotar al Gigante de fuego y acceder a la Forja de los Gigantes
El terreno helado de los Picos de los Gigantes, en Elden Ring, tiene como su mayor jefe a un enemigo que perfectamente podrías confundir con una montaña. El Gigante de fuego y su masivo tamaño serán tu último obstáculo para entrar a la Forja de los Gigantes. Y no está de buen humor para lidiar con los visitantes.
Un gran y blanco valle será el escenario de esta batalla contra este intimidante jefe, maldecido ni más ni menos que por la Reina Marika. Así, el Gigante de fuego, el último gigante que permanece en las Tierras Intermedias, está forzado a proteger la llama sellada por toda la eternidad. Todo por proteger el Árbol Áureo de cualquier posible amenaza.
Aun cuando su historia te haga compadecerte por él, es un jefe obligatorio para avanzar en Elden Ring y no te quedará de otra que ponerle fin a su vida. Aquí te contaremos las claves para evitar ser aplastado cuál hormiga por este poderoso adversario.
Preparación para la pelea
Antes de que vayas a por el Gigante de fuego al grito de «Shinzou wo Sasageyo!«, te recomendamos que tomes ciertas precauciones previas y te prepares bien con estos consejos:
- El nivel recomendado para ir a por este jefe es de 110, como mínimo. Por debajo de esto y una arma que no llegue a +18 tendrás bastantes problemas para vencerlo.
- Es débil al daño de corte, por lo que una buena y filosa katana te vendrá estupendamente.
- Por contra, es muy resistente al fuego y a la Congelación, lo cual no es ninguna sorpresa. Además, cuenta también con cierta resistencia al daño Divino.
- Busca protección contra el fuego y las armas macizas. Lo vas a necesitar.
- No te recomendamos ser acompañado por Alexander, el Puño de Hierro. Aunque puedas invocarlo, no podrás contar con la ayuda de tu caballo Torrente, muy útil para esta batalla.
- Si decides invocar algún espíritu aliado, que sea uno con mucha vida. No serán muy capaces de evitar los ataques del gigante, por lo que morirán más pronto de lo que querrías si no cuentan con mucha vida.
Gigante de fuego, a detalle
Fase 1
Por el camino verás varios gigantes congelados, caídos ante la furia de la Reina Marika. Pero al acercarte a la zona de la forja, notarás que uno no está cubierto con una gruesa capa de hielo. Cuando te acerques lo suficiente al Gigante de fuego, empezará la batalla.
Portará un gigantesco escudo metálico, pero no creas que lo usará para defenderse. Nada más verte llegar con Torrente, creará una avalancha de nieve excavando en la nieve con él. Para evitar daños, desmonta tu caballo antes del impacto para aprovechar los frames de invencibilidad de la animación. En caso de llegar a pie, rueda en el momento preciso para no comerte la muralla de nieve.
Tu principal objetivo es estar cerca de él y atacar sus pies. Si te centras en hacerle daño en su tobillo desprotegido, no tardará en quedarse aturdido. Además, al estar debajo de él, será más difícil que te aplaste con su escudo, aunque ten presente que su rango es mayor del que puede parecer y que buscará crear distancia contigo rodando (sí, es capaz de hacer un movimiento tan ágil como ese).
Tras salir del aturdimiento, puedes considerar que estás en una fase 1.5, en la que el Gigante de fuego empezará a hacer honor a su nombre y utilizará ataques con bolas de llamas. Una de ellas la situará delante de él y te seguirá lentamente durante unos segundos, para luego explotar. La otra estará en la palma del gigante, y con ella podrá hacer un ataque mucho más veloz e impredecible. Rueda en el momento que levanta su mano hacia ti.
Para los usuarios de hechizos e invocaciones, serán más convenientes casteos rápidos, pues no tendrán mucho tiempo para algo más elaborado, dado la agresividad de este jefe. Dicho esto, los ataques en área le pueden hacer mucho daño, al tener una gran hitbox.
Fase 2
Al reducir su barra de vida a la mitad, saltará una cinemática. En ella, la pierna dañada del Gigante de fuego finalmente se partirá. Engullido por la ira, el jefe se quitará su extremidad inferior y despertará al Dios Caído de su interior, proporcionándole nuevos y devastadores de fuego.
Su movilidad se verá reducida, pasando el resto de la pelea arrodillado. No pienses que esto lo convertirá en un blanco fácil para tus ataques. Al contrario: se volverá mucho más impredecible y peligroso si cabe, aun cuando no cuente ya con su escudo. ¿O no has escuchado lo que dicen de las bestias heridas?
Su punto débil estará situado ahora en su brazo izquierdo, pero ir a por él te pondrá en la posición perfecta para recibir sus más potentes ataques. Será mejor idea si mantienes tu estrategia de la anterior fase y situarte en su retaguardia, atacando sus piernas. Así también serás menos propenso de ser aplastado cuando decida rodar sin aviso. Y no dudes en cabalgar a Torrente, para ganar ese extra de agilidad para evitar lo mejor posible sus ataques.
El Gigante de fuego tendrá a su disposición dos nuevos ataques en área de los que te será conveniente saber. El primero lo avisará inclinándose hacia adelante, colocando las palmas de sus manos en el suelo. El área a su alrededor empezará a quemarse, indicativo de que posiblemente no sea el mejor sitio para estar. Si no quieres salir chamuscado de los pilares de fuego explosivos, será mejor que salgas de esa zona de peligro.
El segundo lo verás venir cuando empiece a rugir e inclinarse hacia atrás. De la boca-estómago erupcionarán piedras candentes, que caerán del cielo de forma aleatoria. Aunque la intuición te diga que debas correr y alejarte, haz lo contrario: sitúate debajo de su espalda arqueada, pues será un lugar seguro para atacarle.
Tras todo esto, su vida se terminará agotando y podrás reclamar la victoria.
Recompensas y punto de no retorno
Cuando el último gigante de las Tierras Intermedias haya caído, recibirás a cambio 180.000 runas, con las que seguir mejorando a tu sinluz. También recibirás el Recuerdo del gigante de fuego, que podrás llevar a Mesa Redonda para obtener una de las siguientes recompensas:
- Trenza roja de gigante – Un látigo que escala principalmente en Fe y que hace daño adicional de Fuego.
- Arde, ¡oh, llama! – Un encantamiento que crea pilares de fuego que erupcionan en sitios aleatorios alrededor del invocador.
Ambas son estupendas opciones, así que elijas el que elijas será un buen aporte a tu arsenal.
Lo más importante en estos momentos es que ya tienes vía libre hacia la Forja de los Gigantes, subiendo por las cadenas heladas hasta la cima. Una vez allí, no se te ocurra bajar al centro de la forja, porque será una muerte instantánea. Solo avanza por el borde hasta llegar al Sitio de Gracia para hablar con Melina (o «Escuchar los sonidos de la llama», si has obtenido cierta llama para cierto final del juego) y ser teletransportado a Farum Azula, la ciudad en ruinas.
Hemos de advertir que esto es, en cierto sentido, un punto de no retorno. Antes de continuar, ten en cuenta que desaparecerán la mayoría de los NPC de Mesa Redonda, a excepción de Enia, Hewn, Roderika y las Doncellas Gemelas.
Ahora ya sabes como derrotar al Gigante de fuego y proseguir tu aventura en las Tierras Intermedias, cada vez más cerca del final.
Si necesitas tomarte un descanso tras la pelea, estás en el lugar indicado. Relájate y lee algunos de nuestros artículos.
Todo esto y mucho más. Aquí, en Evelon Games.